Soltó la rodilla.
Atajó al hombro que caía en picada
un brazo en infinito
que en su recorrido sobrevuela la nuca
y dirige el final hacia atrás.
Su mano de aire
pesa y convierte
todo
en lucha
satura
el aire no sabe
agotar la respiración
Repentina.
febrero 28, 2009
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